Monografias.com > Sin categoría
Descargar Imprimir Comentar Ver trabajos relacionados

¿La juventud ha perdido el respeto a los profesores y adultos? (página 2)




Enviado por Anabel Amadeo



Partes: 1, 2

En relación a esto puedo comentar que los alumnos
de 5to. tratan con mucha confianza a los profesores, a tal punto
de hacerle muchas bromas y en ningún momento demostrarles
respeto. "Oscarcito… llamaban a un profesor"… "no
jodas… no queremos dar clases!" otros acotaban. Para mi
gusto demasiada confianza…

No lo vi igual en cursos más chicos, los primeros
parecerían tener aún un poco más de respeto.
Quizás por la diferencia de edad o por ser nuevos en este
ambiente. Pero ¿qué pasará con los
años? Sería bueno volver en cuatro años y
ver si han cambiado las cosas, no?

Deberíamos centrarnos en esos
pequeños-grandes detalles de la convivencia diaria que
deben hacer marcar las pautas y no caer en la tentación de
que eduquen los demás, que los docentes están para
enseñar, pero en un clima de desgana, apatía,
desmotivación, discordia, discusiones y lanzamiento de
objetos ¿qué aprendizaje tiene sentido?

Yo recuerdo, que en casa, de pequeña, se nos
hacían comentarios sobre profesores de décadas
anteriores, nuestros abuelos y padres recibieron una
educación marcada por ideales consensuados del respeto a
los demás, que había castigos y leyes, que uno no
podía obviar, que el maestro para eso era el maestro, que
en casa se apoyaba su presencia social, que cuando
cometíamos errores había que pagarlos. Ni un
extremo ni otro, el equilibrio tiene siempre su virtud y
educación también.

Nada más lejos de la realidad actual, hoy al
docente se le pide que sea el investigador, el colega, el
experimentador, el tutor, el defensor y protector, el
colaborador, el coordinador, el orientador, ¿todos los
docentes están preparados para equilibrar estas tareas?,
¿qué es lo que suele ocurrir? Que le den a los
alumnos unas libertades extremas sin hacerles comprender que
ellos tienen derechos, responsabilidades, deberes y cumplimientos
de normas como el resto de los ciudadanos, que acuden a un centro
educativo justo para eso, para educarse en el sentido literal de
la palabra.

Por tanto, vemos que se trata de un problema social, la
palabra "usted" no deja de ser un mero concepto donde fijarse
para plasmar un título que impacte en la gente, pero en el
fondo, las necesidades educativas son otras. ¿Cómo
es posible que haya tantos alumnos por aula?, ¿los grupos
de orientación por qué no se refuerzan y los
problemas de conducta se atajan a tiempo?, ¿las
tutorías para qué están si los chicos no les
dan importancia?, ¿cumplen su objetivo de un uso de ayuda,
apoyo y solución de conflictos? si están ahí
es para que se lleven a cabo con la total garantía de que
su uso sea correcto y reconocido por todos.

Parece increíble a la situación social a
la que hemos llegado en cuanto a valores vitales se refiere.
Pasamos del golpe con la regla propio del autoritarismo, a la
permisión total e indiferencia y episodios de violencia en
los colegios. ¿Dónde están los antiguos
modales de comportamiento?, ¿Ahora hay que tratar de usted
para ganarse el respeto?, ¿En qué consiste esa
valoración cívica y moral que están pidiendo
quienes enseñan-educan? Demasiadas asignaturas pendientes
les quedan a docentes, padres, instituciones, asociaciones,
organismos políticos y sociedad en general, porque
aquí estamos todos implicados y comprometidos en la mejora
de hábitos y consolidación de actitudes.

El problema ya no se reduce a la consideración
verbal del "usted" o volver a utilizar las tarimas para ejercer
disciplina en las clases sino que como, futura profesora,
entiendo que ese respeto y trato cordial nos lo ganamos o
perdemos según nuestras actuaciones, nunca se llega a las
manos si antes no hubo peleas, nada es gratuito ni ocurre porque
sí, hay que saber controlar un aula, parar a los padres
cuando es necesario, exigirles al mismo tiempo que
ayudarles…

No dejo de estimar, por otro lado que también es
verídico, que en muchas ocasiones los docentes se sienten
desvalorados, desprestigiados, impotentes, fatigados ante tanta
lucha; no resulta fácil trabajar con adolescentes que
reciben influencias de otros contextos y que se plasman,
justamente, en el sistema escolar por ser éste uno de los
espacios donde pasan más horas del día. Se hace
justamente necesario por este último motivo el hecho de
que se implanten unas normas de respaldo social, familiar, legal
que nos aporten seguridad a la hora de tomar cartas en la
disciplina de los alumnos, las exigencias y los límites,
se deberían conciliar entre todos, porque conviven en un
mismo marco, la clase, el recreo, la biblioteca, etc.… los
mínimos valores educables, en cualquier ser humano, deben
estar presentes siempre, si se han perdido  u ocultado
habrá que volverlos a buscar y establecer medidas se
estimen oportunas, ¿no creen ustedes?

¿La falta de orden en la clase
es siempre culpa del alumno?

No se puede pedir respeto a la autoridad de los
profesores si no se les pide a estos responsabilidad; no puede
exigir respeto un profesor que falta a menudo, llega tarde, no
prepara sus clases, pierde el tiempo en el aula o ejerce
arbitrariamente su poder académico o disciplinar. Y
realmente los hay…

Muchas faltas de respeto por parte de los alumnos son
una llamada de atención a los docentes,
comunicándonos que en los colegios están pasando
por una fase de supervivencia y no de crecimiento. La clave, "Ser
Consciente" y hacer lo que esté en nuestras manos,
comprometerse y dar el ejemplo.

Ciertamente, en más de una ocasión en
clases, la evaluación termina siendo un método de
dominación, y de esta forma, se pierde la finalidad de la
misma, no se tienen en cuenta los derechos del otro, se pierde el
respeto y la autoridad, es decir, los alumnos al no sentirse
respetados, tampoco respetan al profesor como persona, sino que
se ven sometidos por este y saben que deben obedecer por
obligación. Esto atenta contra la ética.

En resumen, el respeto y la autoridad se ganan con el
respeto que se ofrece a los demás. Pero también
puede ser que todo sea una señal más de los tiempos
que nos ha tocado vivir: un verdadero caos medioambiental.
¿No es la escuela un verdadero ecosistema?

¿Ser profesor es una
profesión de riesgo?

Puede ser una profesión maravillosa o convertirse
en un problema. Todo depende del apoyo que se reciba y de la
actitud que tanto padres como la administración adoptan
cuando el profesor ejerce su derecho a hacer cumplir unas normas
básicas de convivencia. Éstas benefician a toda la
comunidad educativa y tienen como objetivo algo tan elemental
como crear un clima de respeto dentro del aula y salvar el
derecho a la educación que por ley tienen los
alumnos.

"En nuestro Instituto no conocemos ningún
caso de violencia contra algún profesor, pero sí
que conocemos historias de otros institutos
", explica
Evelyn, docente de 1er año.

Cristina, ex profesora de media, es muy clara en su
postura: "lo que no puede ser es que un niño de 16
años insulte o pegue a un profesor de 40, que es que
además está ahí para
enseñarle
".

¿Qué sucede cuando la
relación maestro-alumno se extiende a través de las
redes sociales en Internet?

En la era del Facebook, hi5, Myspace o
Twiter, entre otros, no hay un adolescente que no forme parte de
alguna de estas redes y se comunique a través de ellas.
Incluso, ¿cuántos docentes forman parte de estas
redes sociales en Internet? ¿Tiene los colegios alguna
política frente al uso de Internet o en especial al uso de
redes sociales que involucren docentes y estudiantes?Para quienes
no conocen del tema, estas redes sociales son páginas en
Internet donde el usuario tiene la posibilidad de publicar gran
parte de su vida entre fotos, videos, características
personales o comentarios de sus amigos entre otros, dando a
conocer información inimaginable de una persona
específica. Además el usuario puede agregar o
invitar a su red otras personas que hagan parte del sistema, en
nuestro caso específico docente y estudiantes.

Entre el 2009 y el 2010, el fenómeno
de las redes sociales tuvo su mayor crecimiento en los
países latinoamericanos, dejando en el ámbito
escolar, uno de los mayores dilemas: ¿qué tipo de
relación puede establecerse entre el estudiante y el
docente a través de estos espacios sociales en
Internet?Por un lado, para muchos docentes, entidades educativas
e incluso estudiantes, este tipo de herramientas facilita la
comunicación entre ellos, la interacción entre
compañeros o en algunos casos hace parte de la estrategia
de clase, donde se publican tiempos de entregas, tareas o temas
para debatir.Para el docente, poder aprovechar el tiempo que un
estudiante utiliza en estas redes le ayudaría al
acercamiento con los deberes escolares.

Por otro lado, este tipo de redes genera
incertidumbre, ya que podría desdibujar la relación
maestro – alumno.El problema se presenta cuando el estudiante
intenta establecer una relación con su profesor similar a
la que tiene con sus compañeros de clase o amigos. Es
aquí cuando el límite es fácilmente quebrado
si el docente no es claro en la comunicación con sus
estudiantes, ya que muchas veces este último cree que
tendrá trato especial por ser parte de su red social en
Internet.Ahora, esto no significa que el docente deba estar
ausente de los espacios virtuales, pero si debe saber cómo
comunicarse con sus diferentes usuarios ya que en algunos casos
podrían generarse malos entendidos con el estudiante, la
institución educativa e incluso con los padres de
familia.En nuestro ámbito educativo, ya existen docentes
que han incorporado la creación de páginas por
parte de sus alumnos en el programa académico, facilitando
la intercomunicación entre ellos así como la
exploración de Internet como un nuevo medio de
comunicación; en este caso, el docente puede conocer los
intereses de sus estudiantes en la web, dando mayores y mejores
ejemplos de su materia.Ya sea como defensor o como detractor, el
maestro debe tener en cuenta que su primera responsabilidad es
apropiar el uso de las diferentes herramientas pedagógicas
de forma crítica, preparada y adecuada, de manera que los
estudiantes lleven el salón de clases a la red y no su
vida social a las clases. Ahora, quienes asuman el riesgo
deberán establecer unos usos y funciones claros,
así como límites y políticas que beneficien
el correcto uso de estas herramientas sociales.

Conclusión

¿De todo lo anterior que se
desprende?

Que el trabajar con adolescentes, puede llegar a ser una
tarea desgastante, la relación maestro-alumno durante esta
etapa se caracteriza por ser un constante estira y
afloja.

Que realmente, han perdido puntos los profesores, se ha
dado mucha rienda suelta a los adolescentes, se permite casi
todo, los padres apoyan esas maneras y pocos están con
ellos en la ardua tarea de educarlos de manera compartida y ya es
casi imposible volver atrás. Hoy las distancias que
posibiliten una comunicación menor-adulto son necesarias
en el sentido de exigencias, deberes, respeto, individualidad,
disciplina, sanción, sobre todo cuando el poder se ha
perdido o no se han establecido límites claros de
jerarquía.

Es el maestro quien determina la diferencia al momento
de tratar con sus alumnos, él decide si solo transmite los
conocimientos que le marca el programa, o si crea una verdadera
relación de enseñanza-aprendizaje, en donde la
adquisición de conocimientos pasa a un segundo
término, para dar paso a otros aspectos formativos que
serán determinantes en la vida futura de los
jóvenes.

El profesor, manteniendo unos márgenes de
flexibilidad, tolerancia, amistad, disciplina, valoración,
generosidad y respeto deberá tener la suficiente capacidad
doctrinal y experimental como para dirigirse a su alumno, con la
exigencia del nivel madurativo y la consideración del
profesor que dicta, propone, prevé y organiza sus
aprendizajes, ¿cómo hacerlo? Con paciencia,
tesón, lucha, ganas de involucrarse, con el apoyo de los
demás docentes, con la coordinación en equipo, con
los padres ahí para compartir y mejorar todos los
aspectos. Se deben establecer una convivencia pacífica y
estable, ahí radica la solución a los conflictos
que últimamente están creciendo en cantidad y
gravedad, es el momento de decidir, pactar, aplicar sanciones y
medidas a quienes no sepan atender las razones de un estilo
democrático basado en diálogo,
participación, amistad, investigación,
innovación, tolerancia y respeto con uno mismo y con los
demás, se llame nuevo reglamento, tratamiento de
usted,  plus de autoridad o derecho al respeto del
docente.

Algo que nosotros, como futuros docentes, nunca debemos
olvidar es el hecho de que también fuimos adolescente,
"éramos menos tremendos, más respetuosos", pero el
hecho es que pasamos por esa etapa y los sentimientos que se
generan siguen siendo los mismos (aislamiento, rebeldía,
resentimiento, curiosidad, etc.), quizás lo que ha
cambiado son las manifestaciones conductuales de esos
sentimientos, sin embargo, el pensar en nuestra propia
experiencia estudiantil vivida, nos será de gran ayuda
para mejorar la relación con nuestros alumnos, no
olvidando que cada adolescente posee personalidad y capacidades
diferentes.

Es responsabilidad del docente, descubrir las demandas
educativas reales de cada grupo, escogiendo los métodos
adecuados que logren en el alumno los cambios de conducta
requeridos para que sus capacidades sean aplicadas en la forma
correcta. El día que dejemos de ver la relación
maestro-alumno como un problema a resolver y se convierta en
parte fundamental de nuestra práctica docente, ésta
tarea se volverá menos angustiosa para el maestro formando
parte activa del proceso educativo.

Los padres se quejan con frecuencia de la
indisciplina en los colegios, pero no toman conciencia que muchos
de ellos también han perdido el respeto en casa, donde se
supone que ellos debieran tener también autoridad. Si ni
en casa ni en el colegio tenemos respeto hacia las personas,
¿qué podemos esperar de las futuras generaciones?
El respeto a la autoridad del profesor se aprende y se pierde en
casa.

La educación de hoy exige que los padres trabajen
conjuntamente con el profesor encargado de sus hijos para acordar
planes de acción a ejecutar tanto en casa como en clase.
Para darse cuenta que ambos necesitan encontrar un equilibrio
donde no se respire ni autoritarismo ni permisivismo, sino un
respeto acorde con la confianza y el acercamiento mutuo. Lograrlo
no es tan fácil, pero si no luchamos habremos perdido el
tiempo

Lo difícil que le resulta al adolescente asumirse
como una persona que dejó de ser niño, pero que
aún nos es lo suficientemente maduro para ser considerado
un adulto y que por lo tanto requiere ser orientado en la toma de
decisiones (él quisiera que nadie le dijera lo que tiene
que hacer); esto explica, en parte, la problemática que
parece caracterizar la relación de los adolescentes con
las figuras de autoridad. Entender a los adolescentes es un
esfuerzo que bien vale la pena.

En la relación profesor-alumno, el profesor trata
de realizar su labor de la mejor forma posible, teniendo un buen
conocimiento de lo que va a enseñar a sus alumnos;
manteniendo un trato adecuado con cada uno de ellos, siendo
cortés, nunca descalificando a uno, sino por el contrario
ayudándolo a corregir su error; mantiene cierto sentido
del humor sin que por ello necesariamente se pierda el grado de
respeto existente entre ambos; teniendo un criterio
pedagógico, para así saber cuando corregir,
felicitar o ayudar a uno de ellos; entregando no solo
conocimientos sino también valores.

Estas actitudes del parte del profesor traen consigo en
el alumno un sentimiento de seguridad y tranquilidad, lo que
permite que éste se sienta capacitado para dar su
opinión, emitir juicio sobre un tema determinado sin temor
a las burlas.

Para que cada uno de nosotros reflexione sobre que tan
importante es el profesor en la vida de un alumno, hay que tener
en cuenta que la labor del profesor va más allá de
solo entregar conocimientos, de saber bien las materias y de
hacer clase, tiene que ver también con que el profesor
quiera a sus alumnos y ame lo que realiza, ya que esto permite
mantener un grado de confianza entre ambos, es necesario sentir
que el profesor también es un amigo que nos puede
enseñar con amor, debido a que con este sentimiento, cada
uno entregará lo mejor de sí para hacer del
aprendizaje un momento grato y no una tortura.

Por último, el adolescente toma como marco
referencial al docente, por ello debemos cuidar nuestras
acciones, para que ellas tengan una influencia positiva en su
vida futura. El profesor estricto en extremo, que no permite ni
un parpadeo durante su clase y los alumnos no se atreven, a pedir
una nueva explicación de algún tema que les resulta
confuso, no logra establecer una comunicación adecuada
entre alumno y maestro, como lo noté en la clase de Educ.
Cívica en un primer año, donde los alumnos ni se
inmutaban ante la autoridad de la docente, la cual solo hablaba
gritando y retando a los niños, muchas veces sin
razón justificada. En el extremo opuesto, se encuentra el
docente paternalista, que todo le resuelve a sus queridos alumnos
y les disculpa cualquier travesura o broma que hagan en clase,
como la mayoría de los docentes que observé en el
quinto año; lo peor es que el maestro asume esta actitud
no para proteger a los alumnos, sino para protegerse él
mismo. Otro tipo de maestro es el que se baja totalmente al nivel
del adolescente, habla su mismo lenguaje, se viste como tal, en
pocas palabras se hace su amigo, hasta el punto que los alumnos
realmente lo tratan como uno más de ellos, perdiendo el
sentido de autoridad, creando un caos en sus clases, pude verlo
en un profesor de 35 años que comparte salidas con los
alumnos y charlas o hasta comentarios en portales de internet.
¿Cuál de ellos realmente está más
acertado en la manera de relacionarse? A mi criterio, depende del
resultado que vivencie al compartir las clases y del tipo de
curso con el que se encuentre frente, puede que con dos cursos de
una misma escuela deba utilizar diferentes formas para
relacionarse.

Quizás la mejor manera de ver un aula ordenada no
es aquella que, con mano dura el profesor, quiere hacer "entrar"
los conocimientos, lo importante es que el maestro sea el
mediador del conocimiento, sin dejar notar su autoridad en el
aula, siendo amigo de sus alumnos pero manteniendo el respeto
mutuo. Y no sólo podemos hablar de lo que ocurre dentro
del aula, el docente es docente 24 horas al día y debe ser
autoridad dentro y fuera del plantel, aún sin perder el
compañerismo y la buena onda con sus alumnos. Lo
importante es ganarse su confianza para que lo respeten por el
solo hecho de ser alguien que intenta ayudarlos en su
crecimiento.|

Lo mejor es ofrecer al alumno un profesor que haga valer
su autoridad, pero que al mismo tiempo los haga sentirse
cómodos, con la confianza de acercarse a él para
que les resuelva cualquier tipo de duda, ayudándoles de
esta manera a encontrarse consigo mismo y superar de la mejor
manera posible tan difícil etapa.

¿La juventud ha perdido el respeto a
los profesores y adultos?

Muchos docentes siguen extrañando que, cuando
entren en el aula, los alumnos se paren y saluden y luego se
sienten en silencio. Pensando que eso es respeto. Yo creo que eso
no es respeto. Eso es, una mezcla de obediencia, sumisión
y temor. Respeto es la construcción de relaciones basadas
en la confianza. Ese es el único respeto que existe, el
basado en la confianza. ¿Construir autoridad sin confianza
es posible?

Referencias
bibliográficas

  • Cordero, Ramón G. – "Relación maestro
    – alumno" sepiensa.org.mx

  • Dallera, Osvaldo: La escuela Razonable. "La
    Construcción de la autoridad docente" Ediciones E. D.
    B. Buenos Aires, 2000.

  • Di Segni Obiols Silvia, "Ser adolescente en la
    posmodernidad"

  • Diario el Día – 08.08.2010  "La
    transformación de la escuela según los alumnos
    de ayer y hoy"

  • Diario La Nación – 17.08.08. "Aulas
    violentas: crisis de autoridad y desafíos "

  • Diker, G y Tergi, F. (1997) Bs. As. Paidu. "La
    formación de maestros y profesores: Hoja de
    ruta"

  • E-magister.com – La guía inteligente de
    información. Debate: "La autoridad del maestro dentro
    del salón de clases"

  • Fierro Constanza – "Relación profesor –
    alumno. Una mirada desde la psicología"
    http://www.educar.org/articulos/LaActividaddelProfesor.asp

  • Gutierrez Villagrán Elevia Josefina –
    "Relación profesor – alumno y su incidencia en el
    rendimiento escolar" Dpto. Pedagogía – Facultad de
    Humanidades.

  • Gvirtz Silvina – doctora en Educación de la
    Universidad de Buenos Aires – Magíster en Ciencias
    Sociales con orientación en Educación, de la
    Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Praxis
    docente.

  • http://guisaet.blogspot.com "Educación es el
    camino y la meta"

  • Jokin, su mirada, Diario Social y Digital. 17/09/09
    "El respeto a la autoridad del profesor se aprende y se
    pierde en casa"

  • Luis Osma para consumer.es "Mala relación
    profesor – alumnos"

  • Marcelo Claudio Montenegro – Profesor para la
    Enseñanza Primaria – Especialista Superior en
    Literatura Infantil y Juvenil – Especialista en
    Informática Educativa para Docentes. "Ser docentes
    hoy" Educar (El portal educativo del estado
    argentino)

  • Morales Margarita. "¡Orden en el aula!"
    Valencia – España – Diario Sociedad.

  • Odette Vélez Valcárcel – La
    relación profesor-alumno en el aula como espacio de
    formación ética en la Universidad – Revista
    Digital de Investigación en Docencia Universitaria /
    Año 2 – N°1- Nov. 2006

  • Pedro Morales – "La relación profesor –
    alumno en el aula". Educadores 21.

  • Periodista Digital – Educación. "A los
    profesores, con respeto y de usted"

  • Rosales Purizaca Carlos Alberto. Diario El
    ciudadano. "El profesor ha perdido autoridad"

  • Rosario Ortega, catedrática de
    Psicología de la Universidad de Córdoba.
    "Docentes. Autoridad moral y autoritarismo". Educación
    en valores. Educación para el desarrollo.

  • Sánchez Mirta Lidia. Docente-investigadora,
    Facultad de Psicología, Universidad Nacional de Mar
    del Plata, Argentina. "Disciplina, autoridad y malestar en la
    escuela" – La Revista Iberoamericana de la
    Educación.

  • Universia – Red de universidades, red de
    oportunidades. "Relación profesor – alumno desde la
    perspectiva de los estudiantes"

Anexos

ADJUNTO UNA NOTA SOBRE LA VALORACION AL PROFESOR Y UN
RELATO ANÓNIMO DE UN DOCENTE CON EL CUAL COINCIDO
TOTALMENTE.

"Valorar al profesor"

EDITORIAL EL PAIS, jueves 17/09/2009 

La penosa situación de muchos profesores de
enseñanza secundaria, desprovistos de medios y de
autoridad para mantener el orden en sus clases, no es un hecho
menor cuya consideración pueda liquidarse como una simple
cortina de humo para ocultar problemas mayores. Es un
síntoma de que algo funciona mal en la escuela y, al
tiempo, uno de los factores que contribuyen al bajo rendimiento
general de los estudiantes.

El problema no tiene únicamente que ver con la
organización interna de la escuela. Sus raíces hay
que buscarlas en la pérdida de prestigio social de los
profesores. Si los menores perciben en sus casas el menosprecio
por los docentes, no es de extrañar que se muestren
indisciplinados y renuentes a seguir sus instrucciones. Si la
intervención de las familias en los casos de conflicto
escolar contribuye a debilitar todavía más la
posición de los docentes, entonces no puede esperarse de
los menores que tengan un comportamiento más responsable.
No se trata de volver a las épocas superadas de los
castigos corporales o de las imposiciones despóticas en la
escuela, pero no vendría mal recuperar el convencimiento
por parte de las familias de que el trabajo de los docentes es
esencial para el futuro de los escolares.

Ni los padres, demasiado permisivos con sus hijos o
desatentos a su educación, ni las autoridades educativas,
que no han sabido combatir los crecientes actos de indisciplina,
cuando no de violencia en las aulas y los centros, están
ofreciendo a maestros y profesores el marco general de apoyo y
respeto que la importancia de su función demanda. La
situación ha llegado a un punto en el que los profesores
se sienten incapaces de controlar a la minoría de alumnos
escandalosos y díscolos que imponen su ley e impiden a la
mayoría de sus compañeros recibir la
enseñanza debida en condiciones de normalidad y
aprovechamiento.

Relato de un docente anónimo:

Dicen "para enseñar bien, uno debe
ser parte payaso, parte actor, parte sargento militar, parte
amigo y parte padre". Iniciaré con un relato. Al inicio de
mis prácticas escolares como docente, buscaba una amistad
con los alumnos simplemente porque me interesaba conocerlos, nada
más trascendental que eso, por ello en ocasiones
tenía problemas para controlar el grupo entonces
cómo su amigo le iba a decir qué hacer en el
salón. Lo anterior me ayudó a reflexionar que,
antes de ser su amigo, soy un profesor que, sin embargo, puedo
formar una amistad con el alumno (muy diferente). La
relación maestro-alumno para mí y para los
seguidores de la famosa "escuela nueva" es vital para lograr y
facilitar la adquisición de aprendizajes significativos en
algunos alumnos; explico: dentro de la teoría de estilos
de aprendizaje se encuentra un apartado dedicado a los alumnos
que son influidos en su aprovechamiento escolar en
cuestión a la buena o mala relación que lleven con
el docente. A algunos alumnos les puede ser indiferente la
relación y para otros, crucial; pero una buena
relación puede propiciar varios beneficios como mayor
confianza, empatía, control del grupo, etc.

La clave, considero está en la
comunicación constante con ellos, interésese por
sus problemas, sus gustos, sus disgustos, sus sueños,
entre otros, no todos abrirán su corazón tan
rápido para compartir lo que sienten, pero con un
interés y preocupación genuina ellos
hablarán incluso sin que usted se lo pida, ellos
sentirán que se convertirá en más que un
adulto que imparte conocimientos, usted en algunos casos se
convertirá en la única persona que los escucha
porque en el hogar no lo hacen, es un cambio paulatino pero
hermoso y nada utópico. No hay respuestas únicas
porque no hay seres humanos únicos, pero una de las claves
de entrar a sus mentes y corazones será a través
del diálogo.

RESULTADOS DE LA ENCUESTA REALIZADA A
PROFESORES Y ALUMNOS DE SECUNDARIO A LOS CUALES TUVE OPORTUNIDAD
DE OBSERVAR DURANTE EL MES DE SETIEMBRE.

Se les preguntó a los 8
docentes encuestados:

Sus respuestas en general
fueron:

  • 1. ¿Lo buscan sus
    alumnos para contarle sus problemas? ¿Le tienen
    confianza?

  • Estoy dispuesta a escucharlos, pero hay
    que saber hasta donde corresponde involucrarse en
    determinadas cuestiones.

  • Sí, me tienen
    confianza.

  • Son pocos los que cuentan sus
    problemas.

  • A veces.

  • No me tienen confianza.

  • 2. ¿Trata de mantener
    contacto con sus alumnos? ¿Realiza con sus alumnos
    actividades fuera de su clase? Comparte recreos, actividades,
    jornadas, etc.

  • No, nunca.

  • Sí realizo convivencias y
    jornadas, son bárbaras porque nos ven en otro
    ámbito.

  • En la medida de mis posibilidades. En
    los recreos, es difícil compartir tiempo cuando se
    trabaja en varias escuelas.

  • Si mantengo actividades fuera de clases
    con mis alumnos.

  • No demasiado tiempo porque es escaso el
    tiempo.

  • 3. ¿Elogian los
    esfuerzos que ellos realizan?

  • ¡Siempre! Es
    fundamental.

  • El reconocimiento es muy importante
    para los alumnos.

  • Lo considero un
    estímulo.

  • 4. ¿Les da oportunidad
    de manifestarse libremente en sus opiniones?

  • Sí, nos enriquece que piensen
    distinto.

  • Por supuesto, luego se puede discutir
    lo que no sea correcto o adecuado a la
    situación.

  • 5. ¿Tiene usted reserva
    en sus relaciones con los alumnos?

  • Hay que tener muy en claro cuál
    es el rol del docente y no confundir cayendo en el
    "amiguismo"

  • Sí, siempre.

  • Depende de los temas.

  • La relación debe ser amistosa
    conservando el lugar del profesor.

  • Trato pero si tengo que contar una
    experiencia personal lo hago si lo creo oportuno.

  • 6. ¿Comparte charlas
    amistosas con ellos?

  • No

  • Sí, colabora mucho el tipo de
    asignatura que doy.

  • Lo hago en recreos o charlas
    educativas

  • Sí, pero sin perder el lugar de
    "adulto"

  • 7. ¿Le permite a sus
    alumnos dar su punto de vista?

  • Sí, siempre.

  • Es imprescindible a partir de eso se
    puede formar debate.

  • 8. ¿Por qué cree
    que es importante ganarse la confianza y amistad de sus
    alumnos?

  • Para poder hacer llevadera la clase y
    crear un buen clima de trabajo.

  • Creo que lo más importante es
    que nos vean como un SER con el que pueden contar.

  • Porque ayuda al aprendizaje.

  • Para poder ayudarlos no solamente con
    los espacios sino también espiritualmente.

  • Es la mejor forma de llegar a
    enseñar.

  • Por una cuestión de respeto y
    buena relación humana entre alumno y
    profesor.

  • Para crear una atmósfera
    positiva dentro del aula.

  • Por sobre todo agregaría ganarse
    respeto, se logra con exigencia, coherencia y ejemplo, sin
    contradicciones entre lo que les digo y hago.

  • 9. ¿Considera que el
    adolescente perdió el respeto por el
    profesor?

  • Sí.

  • No, eso depende de cada profesor, lo
    que se perdió es la "valoración social" del
    docente.

  • Bastante, muchas actitudes de los
    alumnos son una falta de respeto al profesor.

  • No, depende del docente.

  • Un poco.

  • En general se perdió el respeto
    por la profesión docente.

  • No, creo que necesitan límites,
    "lo piden a gritos" a veces hay ausencia de buenos amigos, de
    familia y, la sociedad "hace lo que puede". Nosotros somos
    sociedad, hay que hacer lo que nos corresponde.

Se les preguntó a los 33
alumnos encuestados:

En general

¿Cuál es tu
relación con los docentes

EXCELENTE

MUY BUENA

BUENA

REGULAR

MALA

9.09%

66,67%

21.21%

0%

3.03%

 

¿Cuál de los sgtes.
enunciados crees que refleja tus relaciones con los
profesores?

¿Sientes simpatía
por ellos y te agrada su
compañía?

A menudo te sientes rechazado por
ellos?

¿Tienes reservas en las
relaciones con ellos?

¿Los criticas
constantemente?

¿Te sientes ajeno e
indiferente a ellos?

63,64%

3.03%

42,42%

0%

3.03%

 

¿Cuál es tu
opinión respecto al papel que deben
desempeñar los docentes en su función
educadora?

Impartir el contenido de su
materia

Cumplir con su trabajo
específico

Ganarse la confianza y la amistad
de sus alumnos

Prepararte para tener un futuro
mejor

36,36%

24.24%

48.48%

60,60%

 

¿Comparten los docentes
con ustedes, recreos, actividades, conversaciones
amistosas fuera de clase?

A menudo

Casi Nunca

Nunca

57,57%

27,27%

15,15%

 

¿Piensas que tus docentes
te permiten expresar tus ideas, aportar tus iniciativas o
dar puntos de vista?

A menudo

Casi Nunca

Nunca

96,96%

0%

3,03%

 

¿Sientes que los
profesores confían en vos, te aceptan y comprenden
tus problemas personales?

A menudo

Casi Nunca

Nunca

66,66%

24.24%

3,03%

 

 

 

Autor:

Anabel Luciana Amadeo

PROFESORADO EN ADMINISTRACION

01/12/2010

Partes: 1, 2
 Página anterior Volver al principio del trabajoPágina siguiente 

Nota al lector: es posible que esta página no contenga todos los componentes del trabajo original (pies de página, avanzadas formulas matemáticas, esquemas o tablas complejas, etc.). Recuerde que para ver el trabajo en su versión original completa, puede descargarlo desde el menú superior.

Todos los documentos disponibles en este sitio expresan los puntos de vista de sus respectivos autores y no de Monografias.com. El objetivo de Monografias.com es poner el conocimiento a disposición de toda su comunidad. Queda bajo la responsabilidad de cada lector el eventual uso que se le de a esta información. Asimismo, es obligatoria la cita del autor del contenido y de Monografias.com como fuentes de información.

Categorias
Newsletter